jueves, junio 01, 2006

A la vida a veces le da por pintar las cosas de colores y mezclas que no te esperas ver. Hoy por ejemplo, el día se proyectaba como uno de los peores en mi vida. En efecto, así empezó, triste y melancólico al punto de preferir quedarme en casa a ir a clases. Sin embargo, sin que me diera cosa, las cosas empezaron a ponerse más alegres por la tarde y ya cerca de la noche todo era paz y en cierta forma alegría. Los colores del mar (me jalaron y pasé por ahi) me hicieron recordar tantísimas cosas preciosas que tenía guardadas en mi cabeza y en vez de asociarlas con lo que ya no tengo desde hace un mes exactamente, se juntaron para formar recuerdos hermosos que me hicieron sentir que si puedo ganarle la batalla al mundo o al menos aguantar por un buen tiempo. Todo eso que quiero... los recuerdos... son tan hermosos... me hacen recordar que vale la pena (todo eso que escribí ayer). Aparte, hoy he recordado que importante es tener personas que comprenden lo que le sucede a uno (no que me haya pasado nada especial, tan solo recordé) y/o traten de hacerte sentir de mejor humor. Espero que el día me siga llevando por la senda de la tranquilidad hasta que sea hora de cerrar los ojos.

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